despedida

_como te gusta verte tan autosuficiente, esa postura entre seguro y desaliñado.
siempre así, una sonrisa complaciente y esa mirada de estar pensando todo el tiempo. Que patético, mirate un segundo. ¿qué ves? ¿estás conforme?
seguramente lo estés. siempre soñaste con vestir esos zapatos, con esos viajes de negocios, con apagar esa voz que tanto molestaba.
mirá tu reloj, sí, son las once. el hotel no te gusta pero hay un bar de nivel a unas cuadras. ya sé.
dale, aspira un poco más que se está poniendo aburrido.
cuando me mirás así siento que ya no te queda nada, que ya sólo sos eso, esa piel, esos sentidos y ese traje. estás vacio amigo mio.
está será seguramente la última vez que nos veamos, ya me aburrí de tu silencio, de esa cara de arrogante que conoce todos los atajos. estás sólo, ni siquiera contás con vos mismo.
aspirá de nuevo, dale que es temprano.

_basta, me cansaste, callate de una vez.

_ahh, pero mirá vos. Sabes hablar ahora. que raro que te moleste y que sigas aca. me das asco, ya evadiste mil preguntas, evadiste las respuestas y sin embargo te sentís con el orgullo de quedarte a escuchar. que triste.

David gritó. un grito que nació desde muy adentro inundó el baño, como la extinción de una llama interna vomitando las paredes, agitando las manos.
Sin pensarlo arrojó la botella de champagne contra el espejo.

El reflejo no llegó a decir "hasta nunca"

3 comentarios:

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  2. Excelente, Vientos lo que me gusta de sus relatos es el dramatismo, llevándolo hasta el final cuando en ese preciso instante el lector se queda con ganas de seguir leyendo... Vientos muy fuertes.

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  3. buenazo este Julio. ahora me encargare de seguir su historia. un saludo, sebas (ya tenes sobrenombre)(antes que peluca o negro o flaco, juega, ajajja).

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