legado

imagenes aisladas de un sueño repetido, caminata sin rumbo de un pueblo dormido entre flashes de tornados de memoria y olvido.
de pronto luz eterna, divina y brillante, amanecer en las mentes y la constante variante de la magia del prisma que se transforma en diamante.

comienzan a divisarse los pilares iluminados, la vibracion de las almas, el tesoro buscado de quienes saben mirar con los ojos cerrados.
y será amanecer y no ser indiferente, respirar profundo, sentir inconciente o seguir anestesiado caminando entre la gente.

[cuando mires a los cielos y te síentas nada, una mínima parte de una historia previamente diagramada mira hacia adentro y explora tu universo, luego mira de nuevo en la calle, sentí cada uno de ellos (paralelos) todavía no explorados, cada mirada que te cuenta una vida, cada palabra cargada de desesperación.. cuando entiendas que nos rodea energía y que somos parte de ella. cuando se sienta la unidad en otra frecuencia, sentiremos el empuje producto del miedo de las bestias. y cada traba, cada barrera, cada camino sin salida no sera mas que otra prueba, otra señal que nos dice que estamos bien dirigidos, que sienten terror quienes ahora nos mantienen oprimidos. y aunque creas o no en el destino sentis este tiempo que el viento está a nuestro favor, se siente en la pureza del agua o en el fuego y su calor, se siente en los rostros que se cansaron de preguntas, de conformarse con mentiras y el vacio terrenal en las respuestas.
es alcanzar lo que nos pertenece, el estado de simpleza y felicidad, para lo que fuimos hechos.
simplemente se siente, ahora mismo y no soy el único.]

camino a atlantis

lentamente se adentraba en el mar intentando sentirse espuma.

mirando hacia atrás vió años sólo llenos de años, de una pequeña y casi imperceptible llama, de rutinas y nuevas tradiciones, de correas y ataduras... hasta vió el momento exacto en que ese viento aunciado lo haría sentir vivo.
se transformo en ansiedad el cautiverio de la verdad, y olvidar los clavos en sus pies generaron un desorden en la temperatura de sus miedos.
el control se basó en complentar la sensibilidad en el centro de su pecho con el amanecer que se sucedía lentamente en un rincón del centro de frente. liberarse de palabras para ser hermosamente sólo recepción y proyección.

seguía caminando mar adentro y se sintió fuerte y protegido. el crecimiento necesitó de paciencia que en un principió parecía inancanzable, la tranquilidad estaba siempre un paso adelante hasta comprender que era él quien caminaba en la dirección contraria.
recordó el momento del freno, de mirar el cielo y dejar que la tranquilidad se hiciera de él.

y ahí estaba, sólo deslizandose hacia lo profundo de la tierra, de la ingravidez del agua y la pureza de sus sales, sólo en el mar más abierto de la playa de las diagonales, sólo en una fotografía que no llegaba a revelar a la multitud que caminaba a su lado.

era tal la energía que temblaba el agua más cercana, o quizá era él el temblor, o tal vez ambos, ya no importaba.
una ola con más vida de la que alla visto se levantó de pronto, de aspecto violento pero con una sauvidad única, furia de los dioses, amor de terciopelo.

los pasos convencidos eran también firmes y suaves, así fue que el corazón de los mares percibía como espuma a él y esos miles, así fue como el centro de la frente del océano y vió a los ojos al hombre y dejó de llamarlo huesped, invitado o invasor, así fué que se sonrieron mutuamente.
se sumergió bajo esa ola de bienvenida retrazada, de unión escrita y ansiada, parecía mentira, pero así era.

tan vivo se sintió mirando en la oscuridad de lo profundo, sintiendo a todos y todo al mismo tiempo.
todos juntos se miraron a la vez a los ojos cristalinos, cuando vieron tallado en la piedra de un mural la majestuosa entrada a atlantis... quien sabe en que idioma estaba escrito, quien necesita saber.


un fuerte ruido lo hizó despertar sobresaltado.
la transpiración estaba impregnada en la dura almohada que lo acompañaba por las noches y lo despedía cuando hiba a trabajar.
_el sueño fué tan intenso, tan real, pensó.
el despertador sonaba más fuerte que de costumbre, la avenida bajo su ventana estaba concurrida gritando como nunca, el diarió bajo su puerta mentía sangre y libertad.
salió a la calle y miró en todas las direcciones, se sentía desamparado, inmerso en un desierto de ruido y conmoción.

pero todas esas luces, todos esos gritos y todas esas cerraduras ya no eran suficientes.
(recepción y proyección).
libró sus oidos, sus pupilas y sus manos del miserable espectáculo y con un paso tranquilo se encaminó hacia la costa.

allí lo esperaban tantos otros que se dieron cuenta que la intensidad y la realidad de esa noche no eran propias de un sueño normal, o que la normalidad era en realidad un sueño infantil, un espejismo de superficialidad y paredes de concreto.

allí lo esperaban tantos otros como él, que eran él, que eran espuma.

V

es que está en todas partes. apenas un nuevo sentido de enfoque lo dejó tan a la vista. esa es la semilla, dejarnos ver en cada plano, en cada punto, en cada metáfora o paralelismo al anciado conejo blanco.
los destellos de inconciencia, de sueños o fármacos, de imaginación potenciada llegarán de pronto en forma de universo real.
o quizá nosotros seamos quienes debemos y elegimos llegar ahi

im presion

primer paso.
la información se acomoda y las imágenes tienen sentido. un sentido en otro sentido, en otro contexto, otros parámetros. una lógica alternativa. Una razón lejos de las explicaciones o un complemento eterno y exacto de ellas, pero tan cerca que era inentendible.
ante tanta carencia de estructuras terrenales, el proceso es lento y consta en la agrupación de quienes se dejan llevar, el tiempo hará lo suyo.ya lo está haciendo. dejarse llevar implica sumergirse, impregnarse del todo, los años, los sucesos, las miradas...
los sentidos son la puerta abierta, donde se contactan nuestros dos aspectos. en este punto conviven todo el tiempo, teniendo la posibilidad de seguir viviendo, de tachar los días cotidianos de relaciones simples mientras nuestro sujeto tácito toma forma, crece, comienza a darnos más pistas y a encontrar más ojos a su alrededor.
como sigue.
se hace más dificil el día a día, el entorno va en contra, es un camino en contramano plagado de sentinelas, ruido y desinformación. incluso los dormidos se convierten en piedras, en prejuicios y comentarios desalentadores. el pensamiento es constante y requiere cada vez de más atención, más ganas de expresarlo y menos tiempo para eso. es tiempo de sentirlo y quizá la explicación sea ajena a las letras.
confiar.
la alternativa es proyección en proyección.
finalmente todo está relacionado, laberinto macabro a la vista de los ojos ciegos.
realmente es el momento, profundo, interno, silencio y concentración, dejar que los mensajes lleguen como sea, en cualquier forma. se trata de sobrepasar las divisiones, se trata de unión, de sentido personal enfocado en un sentido común.
se sienten las diferencias, es notorio y entendible al menos ahora, esa extraña percepcion de algunos seres.

creer

viaje

tan incuestionables se volvieron los números, que la conexión, el cuadro final, el idioma de los vientos será un tanto más dificil de asimilar para quien no se convirtió en un viajero de las profundidades de uno mismo, un navegante del cosmos personal hacia la conciencia colectiva.
Dicen las manos que allí hay un puerto sin leyes, donde las impenetrables paredes de la lógica no son más que una fragil caja de cristal. en ese punto, el planteo no será pensar como salir de ella, sino entender que si queremos no existe. lo que sentimos es literalmente real.

despertar.

tres voces

esa era la única voz que lo había hecho sentir en un cuento, que le despellejaba la piel, los huesos, que entendía perfectamente lo que su pensamiento no podía expresar con palabras.
esa voz, lo hacía sentir en casa, era quien moldeaba su idioma.
la voz pertenecía a una mujer, quizá varias, pero en una. (de alguna manera todos somos varios al mismo tiempo). La mujer era como esa voz, o de alguna manera eran un complemento que unidos a la forma de decir las cosas y la manera de mirar conformaban un ser fuera del espacio-tiempo, lejos de las reglas y de los límites. Un ser detrás de las paredes, detrás del maquillaje de la luna o de la presión en las profundidades del mar.
sus ratos a solas eran únicos y para mantener ese valor debían ser irremediablemente pocos, ser esos ratos especiales que escapan al calendario, que cortan a la línea temporal y hacen que cuatro paredes sean el refugio perfecto donde no hace falta más que aire y esa voz. abajo, otra ciudad.
los enrriedos de caminos entre ambos ayudaban a conformar una relación exactamente como debía ser, o tal vez no, pero así era y "ser", en estos tiempos de escazes, es un privilegio para pocos.
lo cierto es que mientras él se sentía vivo mientras escuchaba el silencio, mientras disfrutaba de deambular en la paciencia de los últimos minutos juntos, comenzaba a preguntarse si ella sentiría lo mismo. En ese instante se miraron y él comprendió que ella pensaba lo mismo y los dos se dijeron con sus ojos que carecía de sentido la pregunta, carecía de sentido pensar en un juntos, pués ambos eran entonces una sóla persona.

real

una vez cansado de pensar, cansado de tener que elegir en que personaje convertirse a medida que avanzaba en el juego se planteo por fin, que él nunca había decidido jugarlo.

diagonales

Existe en mi pueblo una diagonal, una diagonal corta, de unos cien metros que desemboca en una ochava donde duerme de día un pequeño bar, pero es esta diagonal especial por ser la única entre tantas paralelas y perpendiculares, grises rectas diagramadas que dan una imagen estructurada y ordenada al plano urbano de mi pueblo.
la diagonal de la que hablo no se destaca por sus construcciones imponentes, ni vive allí un famoso y mucho menos es de las calles que se disfrazan de festejo en navidad.
Sin embargo esta diagonal merece estas líneas porque es simple. Es dueña de una simpleza muy particular, de casas que pasan desapercibidas y de árboles casi igual al resto; pero para el que se detiene a mirar, con ganas y con respeto, puede ver el regalo de este extraño pasaje escondido a la vista de todos.
Dicen los rumores, que existe algo mágico en lo tranquilo de la callejuela, donde unos pocos afortunados, alertamente distraidos, son hipnotizados por el bailar coreográfico de los sauces y son llevados de las narices hacia alguna de las casas; siempre una distinta. (de hecho en las historias llegaron a numerarse más de mil casas lo cual se torna extraño ya que sólo habitan doce casas en los infinitos cien metros de la diagonal, igual no me detendré en esta característica ya que merece y tiene una historia aparte).
Cualquier ser racional o de maletín y corbata podría decir que nada tiene de mágico la invitación de los sauces, que cualquiera con un poco de imaginación o locura podría ir por la vida golpeando puertas e inventando historias. No daré crédito a estos insultos ya que creo rotundamente en el juego de la diagonal, no después de saber lo que sucede al ser elegido por ella, al pasar la puerta de alguna de las casas.
Los rumores cuentan que espera allí una anciana de aspecto amigable, que se sabe tu nombre y que te ofrece una taza de té pidiendote silencio y paciencia. No se sabe a ciencia cierta el contenido del té, pero se dice que al beberlo, uno se siente sumamente reconfortado, es como una suma de buenos momentos, de los mejores recuerdos en forma de sensación, un calor por dentro, un suspiro del alma.
La anciana luego pronuncia tres palabras secretas, personales a cada persona, que al pronunciarlas nos hagan acordar de ese instante, tal vez no sentirlo en su magnitud, pero recordar que por un instante fuimos felices, que es posible serlo y el secreto está en colmar las horas con momentos de esos que serán recuerdos gratos.
Momentos después los elegidos aparecen sentados en el cordón, un tanto confundidos y conmocionados. Se van caminando callados intentando acomodar los sucesos de las horas anteriores. Sin embargo, nunca están seguros, (eso dicen los rumores) de lo que les sucedió, pero deciden nunca más vuelven a pasar por la diagonal. No sé si será porque se sienten temerosos y tímidos a sentir algo tan fuerte, o que entendieron el mensaje y tienen tres palabras que los hace sentir bien estén donde estén.
Más allá de todas las historias, sus confusas contradicciones y tramos en blanco, sigo creyendo en los poderes de la diagonal. De alguna manera que puedo hacer yo, más que creer, si no soy más que un soñador que busca tres palabras que le cambien los días, que no soy más que una corbata y un maletín tomando la segunda medida de Jonnhie Walker etiqueta negra en el vaso más cuadrado del bar. Un bar ubicado en una ochava, límite de la única diagonal de mi pueblo, una diagonal común y corriente.

de voltaires

el punto de encuentro de destinos cruzados, dilatado el centro de los ojos empapados, una secuencia por dentro de sentimientos desencadenados.

cada vez más silencioso, cada vez más pensante, cada vez más perdido en el dudoso camino de los soñadores caminantes.

de pronto, un click, un chispazo de lucidez. el mundo ya no solo habitaba bajo sus pies. mirando hacia adentro supo entender, que era allí donde valía la pena conocer.. conocer y comprender de algun modo que cuando se torna difusa la división entre el bien y el mal, la subjetividad se basa en saber tomar la transversal.

una vez entendidas las bases, una vez que supo que la esencia esta en quien ama lo que hace, en los enrredos de pasión, convicción y valentía en cada frase.

así fueron los primeros pasos, transformando en acciones los resentimientos, asi sin darse cuenta fue complementandose con los elementos, así cuando alcanzó el punto rojo del infinito, supo respirar el manojo de flores que saciaron su apetito.


despierta

inicio

todo nacer, todo transcurso y hasta todo final tienen su punto de partida.
ese primer paso puede ser el antecesor de un recorrido infinito, y a su vez cada paso de ese recorrido es un inicio, es una posibilidad de cambiar el rumbo o de decidir mantenerlo.

estas palabras tienen sabor a cambio, a bienvenida y un recorrido largo, dificil y placentero