obsequio

un tambor color rojo
donde brotan amapolas
donde aturden manantiales
donde aúllan calesitas
y los números del cosmos
y los vástagos del tiempo
y las páginas del sueño
tienden a desintegra r s e
n
n
n
n
n


en
un
dibujo
de
relojes
en
un
revólver
desnudo
que
se
anuda
en
el
desorden
y
en
las

sinónimas

huérfanas

indecibles
.
.
.


verdades

tres meses

algo en mí tenía ganas de verla, de verla nomás. esa parte es la que se enojó un poco cuando la vi levantarse con mi llegada. ya habían pasado algunos meses, no es para tanto. al fin y al cabo terminamos bastante bien, nos pedimos disculpas, nos quisimos mucho. por respeto por lo menos contémonos las novedades, como andan las familias. eso. además ella sabía que yo iba a ir, a male la conoció por mí, era quedarse un rato nada más. ella sabía que yo no me podía quedar mucho en el cumple, los viernes juego. si me habrá criticado el póker de los viernes. pero no, así sin más, se fue. hola nico cómo estás? tanto tiempo... llegaste justo que me voy. un abrazo, una sonrisa berreta, una mirada y se fue.
me quedé raro. entre enojado y caprichoso. qué te pasa? me dice male. nada, estoy medio cansado, vos todo bien? te traje esta pavadita.
así entre mates largué el comentario camuflado, che, si quería quedarse un rato yo venía más tarde. eh? male no entiende o se hace la boluda, me la hace difícil. agus te digo, que se fue cuando llegué, me hubieras dicho y pasaba en un rato, si sabés que no tengo drama. todas se rieron. pero que nabo que sos, nada que ver. agus avisó que se iba rápido. comiendo un bizcochito male me dice que agus tenía turno para la ecografía, y me pasa un mate hirviendo. luchando con el mate me pregunto si male es boluda o una flor de hija de puta. todavía no lo decidí.

esa noche perdí doscientos pesos en el póker. tardé medio año en volver a comer un bizcocho.

(el nueve de marzo agus tuvo una nena a quien llamó muriel. me parece un nombre horrible. seguro lo eligió él. de todas formas la felicité y le mandé flores.
ya me repuse.)

almorzar en una plaza

en aquella plaza el nene era el rey del arenero. corría por su reino. subía, bajaba, trepaba, mirá mamá, mirá lo que hago, me viste? me viste? sí bruno, te veo. te sale muy bien. detrás del arenero había un árbol típico de otoño. tenía hojas naranjas y se movía con el viento. me dejé llevar por el movimiento de las hojas. me fijé en una. era igual a las otras, pero era única. pensé en que se iba a volar. no se voló. muy bien bruno, te sale bárbaro dijo la madre mientras leía una revista. la escena parecía armada. el nene y el tobogán, las hojas naranjas y la madre que levanta la mirada, ojo que te vas a enganchar el pantalón, tirate una vez más que nos vamos. bruno sube a la cima del tobogán y sin dudar toma envión y se tira acostado. sale disparado hasta el árbol donde golpea las zapatillas para sacarse la arena y corre hasta su mamá. del árbol se cae una hoja. pienso que es la que yo había mirado. mi hoja. bruno y su mamá se van. también me voy.
desde la esquina veo llegar a otro nene a reinar en el arenero. mirá mamá como me sale, despacio matías que te vas a lastimar.
mi lugar está vacío.
pensé que la vida eran esas cosas. me sentí vivo. gracias le dije al árbol.
es injusto que después de los domingos lleguen los lunes

almorzar en la costanera



Tanto que la originalidad del hombre no tiene límites como que el mundo es un caos ya lo sabemos todos.
Las personas se conglomeran en ciudades, viven verticalmente en el centro o amontonadas en la periferia haciendo que estemos apretados como en un pogo urbano. Tal célula infectada del mundo, nos reproducimos indiscriminadamente transformándonos en un tumor maligno para el planeta donde volcamos nuestra vorágine, smog y bolsas de toledo. Entre esta problemática y el gen/ego corrompido del ser dondecomienzantodoslosproblemas, está el sistema. Entiéndase el sistema como muestra de la persona con el todo, como estructura a gran escala de la mente manipuladora e insatisfecha del ser humano. Este mounstro burocrático lleva inherente a su existencia la necesidad de la pobreza, del apartado, del que se queda parado en el juego de las sillas. El sistema necesita del hambre. Hambre con mayúscula. Este hecho es un símbolo de la confluencia de los distintos modos de ataque de nuestro sistema a nosotros mismos: la salud, los valores, la igualdad y bla bla blá. No es joda.
Lo que me llama la atención es la nueva moda o modo de supervivencia (son lo mismo en dos escalas opuestas). Se dice que en la multiplicación excesiva de personitas se encontró la solución a sí misma: cada bebé se separa físicamente de la madre mediante el corte de la placenta, pequeño órgano efímero compuesto de... como llamarlo... emm... diosWikipedia nos dice:
"La placenta se desarrolla de las mismas células provenientes del espermatozoide y el óvulo que dieron desarrollo al feto y tiene dos componentes, una porción fetal, el corion frondoso y una porción materna o decidua basal." Esta COSA*, no tiene en su composición mucha diferencia con lo que encontramos en un chorizo o salchicha o hamburguesa. Entonces Eureka, Lamparita de 220 prendida, luz del cielo y onomatopeya de aaahhh. Vendamos sanguches de placenta. Alimentémonos con ese residuo sanitario o adorno de mal gusto de señoras que guardan todo. Así fue que comenzó un negocio que no parece tener límites. Bebé que nace, placenta que va al contenedor, que va a la costanera, que desemboca en los puestos, parrilla, pan: PLACENPAN. Por tan solo cinco pesos tenés el almuerzo fresco, barato y natural. Más natural imposible.
Lo que me asusta ahora es que el sistema, que parece amar estos rebusques extraños, está viendo la forma de promover el nacimiento de gemelos o quintillizos, para así tener más sabrosas placentas. No sé de que manera lo harán, quizá se trate del L.Casei o las micropartículas del jabón en polvo que te dejan la ropa más blanca que nunca. Seguramente nosotros, a este ritmo de parrilla de costanera, de L.Casei y de juego de las sillas, quedemos tan blancos como la ropa, así, arrugados, estirados, en el cajoncito de la ropa para lavar.






*C.O.S.A.: Conjunto de Objetos y Seres en Algo**
**A.L.G.O.: Abarcamiento Lingüístico de Generalidades y Orden.

magnolias de tierra negra

necesito a veces garras que manipulen la mugre de los rincones. rasgar las capas de realidad de plástico hasta fundirme en ella. revolcarme en los pedazos del disfraz de ciudadano competente. someterme al gris, al asqueo diario.
necesito a veces pintar en palabras puercas a los mil demonios de lo oscuro por dentro. el humo negro. el olor muerto. la agonía.
necesito repudiar la capacidad de existir solo para conocer el motivo. la imposible desconexión temporal, el no saber, el no animarse, el no.
necesito de la amargura social, la idiosincrasia, la protesta por la protesta.
necesito de pupilas vacías, uñas pintadas, las manos en el calefactor.
necesito naderías, prender la hornalla con un fósforo usado, armar el pesebre un día de lluvia, ver el mar un domingo a las siete.
necesito quejarme de las magnitud de las ciudades, de la sopa instantánea, del negocio de la revolución, de las invitaciones por compromiso.
necesito gritar con los ojos. romper espejos. cortar el cable rojo. angustiarme por ser contemporáneo a mi memoria.
la necesidad pende de un hilo. una tanza tirante que se anuda a mi cuello y estira hasta la máxima tensión. las venas colapsan y nace el jadeo a punto de. siempre a punto de. la tanza que se deshilacha ante los cortes de una pinza filosa como el frío en las venas y dos ojos universo que un día quedarán cerrados para siempre.
necesito mostrar lo que encontré debajo de la tierra negra.
necesito tapar las arterias, cavar en cada cicatriz de cemento en los huesos del alma, la corrosión de la espalda, el óxido en la piel.

necesito vomitar podredumbre para explicar la contradicción.
el ocultar como señuelo, para que se presuma lo que hay del otro lado, en la otra punta del hilo, crear un polo. no hay una calavera sin pasado ni sangre ni corazón. todo lo que necesito es equilibrar el peso, armonizar las esferas.
necesito presentir la verdad desde la mentira.

en la otra punta del hilo hay una semilla. la riego con agua sol y palabras. me acuesto en el pasto, abro las manos, cierro los ojos. crece.
inventar reflejos de roma en el espejo de tu sexo