una cuestión de nombres
el creador del universo goza de una macabra modestia que, por timidez o por broma, lo llevó al anonimato. esta decisión produjo en la historia de nuestro tiempoyespacio una hermosa confrontación de razas que luchan, aún hasta hoy, por ver quien impone el nombre más acorde para denominarlo. quizá es sólo un tema de marketing para la venta de estampitas. lo cierto es que la sombra de las consecuencias escritas en oro, sangre y gurús, esconde, a mi parecer, algo tan indescriptible como revelador. tal vez el verdadero nombre del creador es la respuesta a esa pregunta que tampoco sé pronunciar. creo que algunos seres en este planeta saben de que hablo. los invoco.
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no creo que sea timidez o que sea un bromista... más bien lo veo como alguien que tira la piedra y esconde la mano... eso sí, el día que se conozca el nombre, que me avisen porque tengo un par de preguntas que hacerle
ResponderEliminarbuena reflexión
un abrazo, compadre
au revoir!
Mira que ha costado sangre esa modestia.
ResponderEliminarSaludos.
El creador del universo, más que modesto, es un cabrón.
ResponderEliminarY...¿Quien dijo que hay un creador?
ResponderEliminar¿Quien soy yo? ¿no sería quizás esa la pregunta que buscas?
Muy bello escrito.
respondo a tu invocación y respondo:el creador de este texto sabe la respuesta.
ResponderEliminarbesos*
Y tal vez se reduzca a la misma nada...esa que es ampulosamente informe.
ResponderEliminarY nosotros devanándonos los sesos creyendo que se trata de alguien, aunque a decir verdad, voy a mirar a mi vecino con otros ojos...