Los martes
Hay una puerta, detrás otra puerta, detrás una escalera caracol. Allí comienza un mundo subterráneo donde coexisten una esfera de cielo y las raíces de la raíz. En algún lugar de ese mundo hay un pasaje, confundido entre pasajes, que lleva a un laberinto. En el centro del laberinto hay una escalera entre escaleras que desciende al núcleo. Ahí descansa una bola de fuego que ilumina tres caminos de un jardín que llevan a la misma montaña. En ella espera un puente entre puentes que desemboca en una luna de agua, justo donde se reinventan el eco y los colores primarios. Entre las profundidades del eco nace un pasadizo que conduce al silencio. Ahí conviven una soga, la noche y el más allá. Mas allá hay nada, un par de coronas, el monte Olimpo. Desde el monte se divisa un túnel detrás de un armario entre armarios. El túnel lleva a una calle sin salida. Allí hay una puerta, detrás otra puerta, detrás una escalera caracol.
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y la escalera caracol atraviesa un espejo y nos reune los martes...
ResponderEliminarsaludos,maestro*
Plano de un plano de un plano de un plano...
ResponderEliminarMARAVILLOSO!!!!
Felicitaciones.
un punto otro punto un espiral una línea muchas líneas un punto azul el silencio rojo amarillo verde y otro punto y otro y otra espiral
ResponderEliminarun martes
infinito
~
Muy bueno, Sebas!! Es interesante encontrar el escritor en el escritor y la excelencia en la excelencia, CAPO!
ResponderEliminarEl azul resplandece. Aún.