A veces sueño que sueño.
Despierto dormido, imagino dentro del sueño que puedo despertar.
Abro los ojos y sigo soñando.
A veces pierdo la noción, me pierdo en los planos, me confundo de escena.
Lo irreal tan neblinoso y lejano se vuelve concreto, lo real con sus leyes se vuelve refutable.
Cierro los ojos y sigo soñando.
Pregunto a la imaginación. Protesto. Repregunto y protesto.
"Las cosas no son sólo como las veo. Quizá ni siquiera son o ni siquiera las veo. Las cosas son indefinibles, esa es su definición. Las cosas son como son".
Despierto al último plano, el mismo de siempre: Ahora.
En la contradicción de aceptar las palabras, duermo al tiempo en una bola de cristal leyendo un cuento sobre "El crear de lo inimaginable". La bola la arrojo al mar y en ese mismo momento me doy cuenta, me percato, me encuentro ante la inesperada situación de saberme soñando: no puedo dormir al tiempo, no puedo volar sobre el mar.
O si?
Cierro los ojos.
Los abro.
Estoy en el mismo lugar, y una parte de mi sentado entre cubos pregunta, escribe, me escribe, sueña que crea lo inimaginable, justo en el mismo instante.
El mismo instante eterno, infinito, irreal: Ahora.
...lo real con sus leyes se vuelve refutable...
ResponderEliminarEs refutable!!! y queda demostrado...Por qué?
Porque escribiste esa situación, la viviste.
Excelenteeeee!!!!!
tal vez alguien me esté soñando...
ResponderEliminarbesos, volando sobre el mar*