el sótano

estamos juntos. flotando en algodón somos plumas que transmutan en formas de humanos, en una habitación a oscuras, donde lentamente van apareciendo mis manos y las reconozco por el reflejo de tu espalda, ese juego del figurafondo en que mi mano aparece en tu piel y te recorre como una estrella fugaz a la noche más negra. la habitación está oscura como la noche, y mi otra mano nace en tu cara tapándote los ojos que susurran libertad desde tu boca abierta, tu boca que me niegas haciendo aparecer al deseo. se hace el deseo en otra presencia que es al mismo tiempo el espectador y el teatro, ese tiempo que no existe. mis ojos también están cerrados. la imagen es un universo de colores sin forma, pestañas adentro, que aparecen según su parecer, o por el aparecer de la sensación que provoca tu mano jugando en mi pelo. mis manos también juegan. redescubren tu rostro como una esfera mágica, que en la oscuridad son luces verdes y azules y violetas. así, sutilmente vamos descubriendo nuestros cuerpos, renaciendo en un cuadro invisible, de oscuridad total donde la imaginación es tan tangible como la caricia de tus pies sobre los míos. en silencio vamos cerrando el círculo, hablando el lenguaje universal, tu mano en mi mano y el cosmos. por momentos vuelo en el contorno de tu cuello que se estremece y gira escapando y cediendo, desdibujando las figuras que inventamos en lo oscuro. poco a poco vas dejándome entrar en el privilegio de tu lengua, donde te animas y me sorprendes, rozando mis labios y escapando intrépida hasta mis orejas, donde nace el escalofrío que me entrecorta la respiración. nuestra respiración. porque somos uno jugando a ser dos. en la misma noche en la misma cama. la pluma. tu caricia en mi cuello. el beso imposible que juega a existir y tu lengua que aparece de pronto en mi boca y me penetra, valiente y de fuego me dice que estamos vivos y mi lengua le corresponde. porque solo puedo vivir en este momento, en este hechizo en el que van apareciendo pies entrelazados que juegan al amor por su lado, que es el mismo que tu cadera y su presión sobre mi cintura y la transpiración de nuestra piel como esa pluma en la lluvia o la estrella en el cielo. pero no sé si es una estrella en el cielo. fuera de este sótano de luces apagadas y colores infinitos, el cielo está iluminado por muchas estrellas, y aviones y el sonido de disparos. la luna también está en el cielo, la presiento. la imagino comprometida pero sin involucrarse, espiando de cerca los escombros, incitando y deseando que los que quedan sueñen la libertad con miradas y sexo, con suspiros de un último instante, con eso que harías si supieras que pronto llega el final.
muy cerca escuchamos la explosión, nos preguntamos quién pudo ser. pronto vendrán por nosotros y no tenemos más que esperar, convertirnos en una piel, abrir los ojos en la oscuridad y mirarnos. te amo, me decís. y temblamos.

4 comentarios:

  1. Si hay que morir no hay mejor final que ese.

    Saludos.

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  2. vendrán...y encontrarán
    apenas
    una pluma en el sótano*


    abrazos, maestro*

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  3. Me calentó. No hay mejor momento que esos segundos de orgasmo seguido de un temblor y más aún si nos dicen te amo.

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