_para que exista un todo existe inevitablemente la nada. Eso pensaba a lo lejos mientras caminaba silencioso, atento y asombrado, pestañeo lento, ritmo casi pendular.
La urgencia se hizo lenta, la ansiedad inmovil, los pasos muertos hacia todos los rumbos se hicieron agua, los ojos memoria, la mente en blanco, completa, relajada. fué nada y todo al mismo tiempo. es historia y catarsis de un humilde servidor.
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